En lo hondo de la mina, a 700 metros bajo tierra, se fraguó una insólita sociedad de supervivencia. Hubo quien asumió el papel de líder, quien alimentó espiritualmente a sus compañeros y quien se encargó de dosificar la escasa comida que quedaba. Y, mientras, en la superficie, a ritmo de reality, millones de espectadores conocieron los amoríos y las desgracias de cada uno de estos 33 hombres forzados a convertirse en héroes.