La figura de Manuel Azaña sigue todavía hoy despertando una rara fascinación, pese a los muchos libro que se le han dedicado, abordando los aspectos más diversos y desde perspectivas diametralmente opuestas. Sin embargo, Jospe Contreas nos demuestra, que observado desde el punto de vista de su relación con Cataluña, no sólo la imagen que obtenemos es distinta, sino que tal enfoque nos lleva casi inevitablmente a replantear la evolución de la idea de España en la primera mitad del siglo XX.