En 1968, Hugh Prather preguntó a su esposa, Gayle, si con su sueldo de maestra podría mantenerlos a ambos para que él pudiera dedicarse a escribir. Ella dijo que sí, pero dos años más tarde Hugh todavía no había publicado nada. Así que él decidió escribir un libro a partir de fragmentos de su diario, con el mismo estilo escueto y libre que utilizaba para sí mismo. Enviaron el manuscrito a una pequeña editorial de California que tan sólo había publicado tres títulos, que no hacía publicidad y que no tenía equipo de vendedores. En tres años, Palabras a mí mismo se había convertido en un bestseller en todos los Estados Unidos. Después llegaron las traducciones a numerosos idiomas y las ediciones audio, y veinte años después continúa siendo un éxito de ventas en todo el mundo. Después de la publicación de su primer libro, Hugh y Gayle hicieron muchos otros, entre ellos Notas espirituales para mí mismo o Palabras a mi pareja. Se dedicaron a la asistencia terapéutica de personas con problemas: alcohólicos, mujeres maltratadas y, especialmente, padres que habían perdido a sus hijos. Hugh y Gayle viven con sus dos hijos en las colinas de Aptos, en California.