«La imagen de esos primitivos habladores que recorrían los bosques llevando historiasde aldea en aldea me acompañó urgiéndome cada día más a fantasear una historia a partir de ellos.»
Mario Vargas Llosa
En El hablador Mario Vargas Llosa contrapone con extraordinario virtuosismo técnico dos mundos que parecen vivir enfrentados, el de las sociedades modernas y el de los pueblos que viven en armonía con la naturaleza. A su vez conduce al lector a un viaje vertiginoso por el imaginario colectivo de los indios machiguengas, que le sirve para desarrollar, una vez más, una de sus obsesiones: el papel de la ficción en la vida de los hombres.