«Sergio Ramírez borda la desolación, el espanto y la insignificancia humana:[...] ningún relato es superfluo o de relleno. [...] Es el privilegio de la genuina literatura».
Domingo Ródenas de Moya, Babelia
Una mujer combate la soledad haciendo crucigramas. Una familia acomodada se entera de que su hijo se ha hecho amigo del hijo de un narco. Un hombre sufre impotencia y acude a un inefable urólogo. Otro ve como su tranquila vida como jardinero se altera fortuitamente. Todo un pueblo es masacrado en Guatemala por un contingente del ejército al que habían convidado a un asado...
Los relatos de Ese día cayó en domingo giran en torno a cuatro temas fundamentales: la familia y el amor, la memoria —individual y colectiva—, la muerte y la vida cotidiana. Aquí están todas las claves de la narrativa del autor, considerado uno de los maestros del género en español: el humor, su preferencia por los protagonistas perdedores que encierran toda la dignidad del mundo y el compromiso irreductible con el ser humano.
La crítica ha dicho:
«Su obra refleja la viveza de la vida cotidiana convirtiendo la realidad en una obra de arte con excepcional altura literaria».
Jurado del Premio Cervantes
«Conseguido y desgarrador».
Iñaki Ezkerra, El Correo
«Sergio Ramírez me ha parecido siempre un ser humano extraordinario [...]. Su vida es una mezcla ardiente de una doble pasión: las palabras y la justicia. Las palabras como un delirio, como un juego, como unreto, como un placer. La justicia convertida en el diario afán con que ama, reniega y lucha por Nicaragua».
Ángeles Mastretta
«Se lee inevitablemente como si fuera (y no lo es, él lo explica) una radiografía sentimental y horrorizada de lo que pasa en el país que lleva en el corazón y en los libros. Aquí él habla de sus cuentos, de sus buenos amigos, de su país y de la desolación que es el exilio. Nació en 1942en Masatepe,Nicaragua, y a veces parece que jamás ha dejado aquel terruño. Ni en sueños».
Juan Cruz, El Periódico – Abril
«Una muestra soberbia de un autor que tiene la fuerza y el talento de construir al mismo tiempo una novela compleja y que genera dependencia. [...] Por momentos recuerda al vendaval del mejor Vargas Llosa novelista, pero siendo Sergio Ramírez siempre, dentro de su tradición y empleandomodos y maneras de explicar una novela en el año 2021».
Carlos Zanón, Babelia (sobre Tongolele no sabía bailar)
«Una novela adictiva. Es alta literatura, en ella todo está paladeado y escritocon esa capacidad que sólo tienen los buenos escritores de ir más allá».
Luisgé Martín (sobre Ya nadie llora por mí)