1979. Pablo Soler, 29 años, llega a Nueva York, capital del mundo, para trabajar en las Naciones Unidas. Su historia es la de una fuga que no responde a un plan prefijado y no tiene un objetivo final. Huye, simplemente, esperando (¿sabiendo?) que un cambio de escenario, un mundo completamente distinto, quizá sea el motor que le falta para vivir plenamente. En su huida hacia adelante dejará atrás a su familia, una España de recién adquirida democracia y la figura represora de un padre afecto al régimen franquista. Sus primeros días en la ciudad caminan al dictado del azar, y éste no tardará en hacerle conocer a las dos personas más importantes de su vida: Sean Higgins, su futuro gran amor, y Daniel Herst, el enigmático abuelo Herst. Como si acabara de nacer, en su vida comienza a salir el sol mientras Nueva York, un personaje más, le abre sus puertas de para en par. Novela habitada de personajes inolvidables, con el telón de fondo del Nueva York de los ochenta.