No se podría entender la totalidad del proceso social y político que desemboca en la aparición de las jóvenes nacionalidades hispanoamericanas si no se conociera qué función desempeñaron los periódicos en el período inmediatamente anterior a esa gran eclosión y durante el transcurso de la misma. El periodismo ha sido el gran utensilio, o el material predilecto, para la evolución del continente: en el asentamiento de gentes, en el suceso cultural, en la noticia de unos y otros, en la recepción y difusión de las doctrinas y sucesos de Europa y, finalmente, en la elaboración del destino de todos esos pueblos que componen América.