El cadáver de un judío ortodoxo, con impactos de bala en la cabeza, aparece en Montreal. Temperance Brennan, a cargo del examen forense, recibe de pronto la visita de un desconocido que le entrega la fotografía de un esqueleto aparentemente clave en la muerte de la víctima. Brennan se ve envuelta en una intriga de repercusiones indescriptibles que se remonta a la época de Jesús, descubrimientos que podrían dar un vuelco espectacular a la historia religiosa de los dos últimos milenios. Brennan descubre que la foto corresponde a un esqueleto desenterrado en una excavación arqueológica y que la víctima, un canadiense, dirigía un negocio de importación, posible tapadera de tráfico de antigüedades. Viaja entonces a Israel con el policía Andrew Ryan y Drum, un arqueólogo de Tierra Santa, para indagar sobre la procedencia del esqueleto y la época exacta de la tumba donde lo encontraron. Las investigaciones plantean extraordinarias incógnitas sobre la muerte de Cristo y los sitúa en el centro de una violenta controversia. ¿Será aquella tumba la última morada de Jesucristo? ¿Son los huesos de aquel osario los restos de Santiago, hermano de Jesús tal como reza la inscripción? ¿O se trata de una burda falsificación? Brennan se ve implicada en el caso más controvertido de su carrera. Un auténtico desafío en el que cuantos más datos descubre mayores son los peligros. Ryan, que intenta protegerla, se ve también inmerso en un territorio plagado de enemigos.