Ella es Kim Gordon y él es Nick Cave. Ella, autora de culto en su juventud, convertida ya en la cuarentena en madre divorciada de dos niños pequeños. Él, joven poeta maldito con desorden bipolar que vive todavía en casa de su madre. Se conocen en una presentación de un libro y la más inverosímil de las narraciones se hace realidad: se enamoran y dan rienda suelta a un intercambio epistolar que sirve de espejo a la historia de amor más romántica, emocionante y conmovedora de los últimos años. Química y Nicotina es un libro sobre la capacidad redentora del amor en un siglo en el que ya pocas personas creen en la salvación. También es un libro sobre las segundas oportunidades, no sólo en el amor, sino también en la creación y la escritura.