¿Qué relación tienen Salvador Dalí, Camilo José Cela, Narciso Yepes, Fernando Arrabal, Jesús López Cobos, Andrés Segovia, Alicia de Larrocha, Lorin Maazel, Montserrat Caballé, Mariss Jansons, José Ferrer, Mistlav Rostropovich, Josep Carreras o Antonio Gala? La respuesta es sencilla: todos han trabajado en un momento u otro de su vida con Leonardo Balada.
Mirar más allá, mirar detrás de las cosas, aquellas que nos condicionan, que nos dirigen, que nos obligan, es virtud de pocos. Las personas que aparecen en esta biografía son por sí mismas historia viva de un tiempo roto y remendado, que pasó por una guerra, una búsqueda, una ilusión, la consolidación y el éxito de una manera de crear arte. Leonardo Balada miró a través de muchos para consolidar su propia identidad. Su música es una consecuencia de su vida y su vida es su música. Balada nos cuenta al oído retazos de melodías populares, proyectos creativos, problemas éticos y, sobre todo, las experiencias de quien tiene la capacidad de mirar más allá del océano. Y dicen que lo que has visto, lo que has hecho y lo que te ha rodeado es la mejor de tus biografías. Ésta es la de Leonardo Balada.