Posiblemente y en mala hora haya comenzado estos circunloquios y reflexiones de recuerdos antiguos y pasados, que me han hecho llegar hasta el momento actual, y dada mi situación de salud y decrepitud somática pues así y no de otra manera podría describir mi fisiología corporal, que no la mental, es lo que motiva que vuelva a forzar mi espíritu para no perecer en la desidia, abulia e ineptitud al que nos aboca el parasitismo1 lógico de senectud .Han sido ciertos problemas de salud, que han determinado mi jubilación, para mí prematura, los que han condicionado que me hiciera la pregunta ¿Y ahora qué hago?