Esta obra, ahora en un formato y precio sorprendentes, nos muestra el fruto del trabajo de más de veinte años de Yann Layman, para quien fotografiar en China es escribir con las luces, captar las sombras y hacer surgir el estallido de la luz. Layman da prioridad a la propia experiencia, manteniéndose alejado voluntariamente de los relatos escritos sobre el país, tanto occidentales como chinos, para que su mirada pueda ser libre.