El shiatsu es una técnica oriental que consiste en manipular los puntos reflejos del cuerpo para tratar dolencias y para conseguir relajación y bienestar. En el caso de los niños, el shiatsu es muy útil para ayudarles a superar la fiebre, los problemas digestivos, las situaciones críticas del crecimiento o, simplemente, para que se establezca una comunicación más estrecha entre padres e hijos.