La venganza y el perdón tienen un propósito concreto en la biología y en la historia de la humanidad del que no podemos zafarnos. Buscamos permanentemente la justicia personal oscilando entre Némesis y Clementia, condicionados por una resaca de necesidades, anhelos, miedos o frustraciones que pueden afectar por igual al vecino, a un niño, a nuestra pareja o al político que rige los destinos de un país.
¿Hasta qué punto es la venganza una expresión innata de nuestra naturaleza? ¿Es sobre todo un fenómeno moldeado por el contexto y la cultura? ¿De qué modo se instrumentaliza la venganza para impartir justicia? ¿Cómo, cuándo y por qué elegimos entre represalia y aceptación? Son algunas de las preguntas que se esclarecen en esta accesible y completa radiografía de la venganza y de sus componentes más peligrosos: la ira, el odio y el rencor.
«Para crear sociedades más indulgentes, respetuosas y pacíficas, es inútil que pensemos en cambiar la naturaleza humana. En su lugar, hay que cambiar el mundo, los lugares donde vivimos y la educación que recibimos. ¿Parece difícil? Sin duda. ¿Es imposible? En absoluto».