Este libro analiza, desde una perspectiva eminentemente divulgativa, la historia del monasterio riojano de San Millán de la Cogolla a lo largo de quince siglos, desde que su fundador, Millán, creó una célula eremítica en las cuevas que luego serían conocidas como Suso, hasta la actualidad. Como era de suponer, este largo periodo está preñado de leyendas e invenciones, pero también de noticias contrastadas por los documentos, la arqueología y la arquitectura.
Javier García Turza atiende a unas y a otras, de tal forma que ofrece un relato innovador sobre una de las grandes abadías españolas repleta de matices. Para ello, recurre a su propio conocimiento del mundo medieval y a las aportaciones científicas apuntadas en las últimas décadas por los investigadores, con el propósito de elaborar una obra coherente y equilibrada, en la que tienen cabida aspectos muy variados: desde la vida del santo fundador o la creación de un ingente señorío y un no menor conjunto de grandes monumentos; pasando por los avatares que sufrió la comunidad benedictina a partir de la crisis religiosa y económica del siglo XIII o la construcción de una identidad histórica propia, desbordada de fantasía y falsificaciones, de la que no estará ajeno el primer poeta castellano Gonzalo de Berceo; hasta la cultura, de la que sobresale, por encima de cualquier otro, un factor clave para que San Millán fuese reconocido por la UNESCO, en 1997, Patrimonio de la Humanidad. En lo referido a este último aspecto, García Turza transciende los límites de los estudios tradicionales para contextualizar un hecho sin precedentes en nuestra península: de su escritorio salieron los primeros textos de una lengua que ya no es latín y que denominamos romance.
En suma, el Profesor de la Universidad de La Rioja, Javier García Turza, aborda estos contenidos con el fin último de que el lector entienda el papel religioso, social, económico y cultural que jugó San Millán a lo largo de su existencia, muy diferente del actual; nos hace reflexionar sobre aquellos factores que hacen de San Millán un ámbito único y, sin perder el rigor necesario en cualquier obra de alta divulgación, abre nuevos caminos para fundamentar las respuestas que, sobre el monasterio, exige nuestro tiempo.