La autora nos invita a pensar nuevas formas de relacionarnos social y economicamente, donde el centro está puesto en nuestros vínculos y el lugar esencial del territorio.
¿Cómo podemos explicar que la economía de crecimiento se haya convertido en un poder que se empeña en destruir la vida en lugar de sostenerla? ¿Cómo hemos llegado a producir un mundo cuyo motor es el hambre de la Tierra y de los seres humanos? ¿Podemos pensar en alternativas realmente sostenibles para reorganizar la sociedad?
Este es el objetivo de Reanimar el mundo: la búsqueda de nuevas formas de relacionarnos con los otros, con nosotros mismos y con la Tierra, no desde una economía de mercado que solo puede conducir a la explotación del hombre por el hombre, sino desde las prácticas de vida que reverberan por todos lados y que fueron invisibilizadas por discursos hegemónicos. Para ello, Lina Álvarez recurre al método genealógico, adopta una perspectiva decolonial y analiza los discursos de la fisiocracia –escuela francesa de filosofía política del siglo XVIII– y de los pensamientos de la Tierra, estableciendo entre ellos un diálogo. Esto le permite, por un lado, desocultar los dispositivos de poder determinantes en la configuración del orden colonial-moderno-capitalista; y por el otro, visibilizar rutas alternativas para organizar la producción, el consumo y la toma de decisiones políticas en la sociedad, basadas en criterios de justica cosmocéntricos.
Estas alternativas podrían abrir el camino a la estructuración de las sociedades alrededor del cuidado, la regeneración y la reciprocidad con nuestros territorios, y así, con nuestros cuerpos y con nuestra casa común que es la Tierra.