El Código penal español de 1995 se hace eco de la magnitud y la trascendencia del problema que representan los atentados ecológicos, y trata de responder a las líneas valorativas impulsadas por las modernas orientaciones de la Política criminal del Derecho Penal del Medio Ambiente. Nuestro reciente texto punitivo incluye en su Libro II un Título de nuevo cuño, el número XVI, el cual es rubricado con el siguiente tenor: 'De los delitos relativos a la ordenación del territorio y la protección del patrimonio histórico y del medio ambiente'. El amplio contenido regulativo que incorpora el aludido Título XVI acoge un heterogéneo conjunto de valores ecológicos, que son estados susceptibles de trascendencia típica. Pretende así configurar un completo Derecho penal ambiental. Si nos centramos en los delitos contra el medio ambiente, y los recursos naturales, éstos comprenden una compleja diversidad de tipos delictivos, destacando entre ellos: la captación de agua antiecológica, que no implica efecto nocivo o tóxico de contaminación, sino disfrute, explotación o aprovechamiento abusivo de los recursos hídricos conforme a la dinámica del enriquecimiento ilícito, que concreta el tipo cuando pueda perjudicar gravemente el equilibrio de los sistemas naturales y que es el objeto del presente libro, desarrollado de forma extensa, exhaustiva y profunda.
